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Inicio >> Enfermedades comunes >> Secuestro corneal felino
Un buen día, nos fijamos en los ojos de nuestro gato o gata y descubrimos una mancha negra en el centro del globo ocular, entonces debemos acudir al veterinario, puesto que puede tratarse de un secuestro corneal felino.
Esta afección es muy dolorosa para él y debe ser diagnosticada y tratada de inmediato, puesto que, si se agrava, es posible que requiera de intervención quirúrgica. Puede presentarse en cualquier raza, aunque las más propensas son los persas, exóticos y esfinges.
En la Clínica Oftalmología Veterinaria Asturias diagnosticamos y tratamos esta enfermedad ocular.
¿Qué es el secuestro corneal?El secuestro corneal felino es una enfermedad que consiste en la degeneración focal del colágeno junto con la presencia de pigmento marrón o negruzco en las capas más superficiales de la córnea, aunque también puede afectar al estroma. Si la lesión no se trata debidamente, este pigmento se transforma en una placa negra irregular que puede seguir profundizando y llegar a perforar la córnea hasta el punto de que el gato se quede ciego.
Este trastorno suele afectar con más frecuencia a los gatos en edades entre los dos y los siete años y normalmente aparece en un solo ojo, pero eso no quiere decir que no puedan verse afectados los dos al mismo tiempo.
CausasLas causas de esta enfermedad aún no están totalmente claras en la actualidad. Debido a varios estudios, se cree que puede existir un componente genético hereditario, que afecta más a unas razas que a otras como hemos comentado anteriormente.
Lo que sí está claro, es que el secuestro corneal felino suele aparecer cuando existe una irritación corneal crónica, debido a diferentes factores:
No siempre es posible detectar la causa que provocó el secuestro, pero en el caso de conocerla, debe ser tratada de inmediato.
SíntomasLos síntomas más habituales que padecen los gatos o gatas con secuestro corneal son:
• Placa negruzca o ambarina, en una posición más o menos central del ojo. Es posible que esté rodeada superficialmente de una zona ulcerada o edema corneal.
• Dificultad para mantener los ojos abiertos, debido al dolor ocular.
• Intolerancia o molestia a la luz excesiva, fotofobia.
• Epifora o lagrimeo excesivo.
• Parpadeo continuo o blefaroespasmo
• Secreción mucopurulenta
• Neovascularización corneal
• Infiltrado celular
En general, podemos sospechar que nuestra mascota sufre un secuestro corneal cuando padece una úlcera que no termina de cicatrizar o se oscurece, y además no es capaz de abrir totalmente el ojo.
DiagnósticoPara realizar el diagnóstico de secuestro corneal en gatos se debe acudir a una clínica oftalmológica veterinaria donde le puedan realizar a nuestra mascota una exploración completa de los ojos. Primeramente, se examina el ojo con luz blanca, para comprobar el color, si se nota una mancha más o menos en el centro y de color oscuro, ya se puede sospechar de un secuestro corneal.
Se pueden emplear técnicas como la ecografía de alta resolución de 50 MHz que nos aportará una imagen ampliada de todo el espesor corneal y nos dará información de la profundidad del secuestro (las capas que afecta), por lo que nos ayudará a planificar una cirugía si fuera necesario.
TratamientoEl tratamiento para el secuestro corneal felino va a depender de la gravedad y el dolor de la lesión, que será más grave cuanto más profunda sea. Es importante destacar que la degeneración corneal puede permanecer años estancada y de repente en pocos días profundizar en la córnea, por lo que se recomienda realizar revisiones oculares frecuentes.
En las lesiones más leves, cuando es simplemente superficial, el tratamiento médico, mediante medicación tópica, tales como colirios antibióticos, antiinflamatorios, antivíricos o pomadas oftálmicas, podría ser efectivo.
En los casos de mayor gravedad, cuando la lesión es más profunda o va asociada a una úlcera, aunque esta sea superficial, será necesario tratar al gato con técnicas quirúrgicas. Entre estas técnicas, destaca la queratectomía, que es una cirugía consistente en retirar el tejido muerto, para que la córnea se pueda regenerar. Si la placa momificada se vuelve aún más profunda, será necesario realizar injertos corneales con el fin de rellenar la zona afectada. En casos extremos, en los que la lesión se complica mucho, puede llegar a ser necesario un trasplante de córnea o una transposición corneoconjuntival.
En algunas ocasiones, aunque ocurre muy pocas veces, se produce un desprendimiento de la zona momificada por sí sola, sin necesidad de ningún tipo de intervención quirúrgica. Pero como hemos dicho, esto es muy raro que ocurra y pueden pasar muchos meses para ello, así que normalmente, es mejor no esperar y realizar la intervención lo antes posible, ya que las secuelas pueden ser graves.
Llegados a este punto, no hay que olvidar, como bien hemos dicho anteriormente, que si se conocen las causas que ha producido el secuestro corneal en nuestro gatito, es primordial tratar esas causas para que no vuelvan a producir la lesión.
